Cómo preparar una propiedad para recibir visitas de compradores
Cuando se trata de vender una vivienda, los primeros minutos de una visita pueden ser decisivos. Una buena primera impresión genera conexión emocional y permite al comprador imaginarse viviendo allí. Una mala impresión, en cambio, puede cerrar puertas.
Limpieza y mantenimiento: La vivienda debe estar completamente limpia. Esto incluye baños, cocina, ventanas, pomos y rincones menos visibles. Un entorno limpio transmite sensación de cuidado y valor.
Orden y despersonalización: El desorden hace perder foco. Un espacio ordenado permite apreciar mejor los metros cuadrados y el potencial. Además, conviene retirar fotografías familiares u objetos muy personales para facilitar que el visitante se proyecte en ese espacio.
Iluminación y ambiente: Abre cortinas, sube persianas y enciende luces para potenciar la luz natural. Sustituye bombillas fundidas. Un ambiente acogedor con plantas, velas o una temperatura agradable puede marcar la diferencia.
Puntos clave a cuidar: La entrada debe estar impecable. Otros espacios que suelen captar atención: salón, cocina, terraza y baño principal. Un detalle decorativo o un toque de color ayudan a crear buena impresión.
Conclusión: No se trata de hacer reformas, sino de poner en valor lo que ya tienes. Una vivienda bien presentada puede acortar el tiempo de venta y mejorar las condiciones de cierre.